POEMAS DE CARMEN ROSA OROZCO.
(Del Libro “El Monotema de una Camila”)
(Del Libro “El Monotema de una Camila”)
I
Aquí no hay estaciones
Aquí no hay estaciones
o refinamiento de las costumbres
o té a media tarde
sólo necesidad de lo necesario
como animales adscritos a un instinto primario
sí sabemos que hacer con la tristeza
colocarla a un lado
y trabajar para obtener tan poco
arrastrando nuestros pies chancletudos mugrientos
para cobrar la paga
miserables y avergonzados ante la riqueza
No poseemos nada, Camila
somos braceros
expropiados de las tierras
de ansias de espíritu, de identidad, de sexo
follamos con las yeguas a falta de mujer
los patronos las revisan -su desmejora es indicio-
en esta zoofilia ajena hemos asentado la pobreza
nos reímos nerviosos ante la blancura y los haberes
de quienes arrecian nuestra jornada
Míranos hacinados en el hervor negro
de nuestra piel
nos miras mirando a Adrián
estrechez óptica que consume toda distancia
el color de tu Adrián es el nuestro
víctima de las comparaciones
de la exagerada lentitud de tu delirio.
¿Adrián dónde estás dónde dónde dónde?
II
Si tomo las hebras
II
Si tomo las hebras
y veo las páginas en blanco
como esperando el fulgor
de quien sabe donde
si olvido dialogar con la otra
que he sido yo
olvido el cepillo de peinarme
olvido donde he dejado esto que llaman mi vida
antes era todo tan simple
caminaba siguiendo mis pasos
no había nada que aprender o dilucidar
la carne no tentaba-una liviandad tan extrema-
Ahora todo pesa
Quisiera paseary no ser vista
seguir con esa indiferencia
en donde ya nada aporta un peso
De verás,
nunca he distinguido las gentes las apariencias el sentido
Podría ser alguien o algo
tener una estructura ósea
o una piel radiante
mirarme al sol
y sólo encontrar hermosura
pero hallo una luz insujetable
No persigo un lenguaje sencillo
nada persigo
Vuelven las montañas, Adrián
Vuelves tú
te obligo a estar allí
pasivo
De nuevo,
me siento entumecida
¿Lo notan?
duré un tanto liberada
él vuelve
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