lunes, 29 de junio de 2009

Anita y Campanita.



Había una vez una niña llamada Anita, hermosa, de piel canela, de ojos grandes azabache. Vivía en una colina resplandeciente, rodeada de flores multicolores que adornaban y perfumaba aquel caserío.

Anita era muy querida en su familia y quienes habitaban a su alrededor, tenia una perrita de mascota llamada Campanita era grande, corpulenta, color chocolate y ojos agua miel.

Esta mascota acompañaba a la niña a todas partes, jugaba con ella y sus amiguitas.

Cuando se acercaba la víspera de navidad, se notaba gran algarabía entre sus habitantes, entre misas, banquetes navideños, se dejaba escuchar, los coloridos y estruendos ruidos de la pólvora.

Cierto día, Anita iba camino a donde su abuelita en compañía de Campanita de repente, se escucha un fuerte ruido ¡plo, plo! Era el ruido de la pólvora, la mascota salió corriendo hacia los matorrales.

La niña salió detrás de ella, de inmediato quedo anonadada por la belleza de aquel lugar, que a medida que avanzaba la impresionaba se encontraba allí una cascada, y helechos.

Mientras admiraba la belleza de aquel paraíso, gritaba: ¡Campanita, Campanita, ven! Pero, era inútil por ningún lado aparecía.

La mascota había desaparecido, mientras tanto ambas, estaban montaña adentro de repente la inclemencia del tiempo se hace notar, un fuerte aguacero, Anita se sentó debajo de un gran árbol llorando desconsoladamente.

Al caer la noche, los habitantes del pueblo prepararon antorchas en busca de la niña y su mascota.

Tras caminar y caminar hallaron a la pequeña titiritando de frio y llorando desconsoladamente. Todos regresaron al pueblo pero, faltaba Campanita.

Esto coloco muy triste y enferma a la pequeña. Pasaron varios días cuando de pronto se escuchó un fuerte ladrido, una gran sonrisa se apodero de ella cuando entro a la casa la mascota muy delgada y enlodada.

Desde ese día, se borro la tristeza en la niña y pasaron las mejores navidades.

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